Antes Despues

-Es el sitio más maravilloso que conozco. No podría haber elegido un sitio mejor que este rincón en la Isla de La Palma. Eres muy afortunada, rodeada de toda la hermosura exótica de su vegetación, con sus palmeras plataneras, la belleza del Océano Atlántico, el Roque de los muchachos con unas vistas impresionantes de toda la Isla, con un cielo tan azul y un aire tan puro que dan ganas de volar.
Y el Hotelito tan acogedor y encantador que poseéis aquí, en medio de la naturaleza, respirando el aroma salobre del mar y de los pinos.

-Sí soy muy afortunada. Y más teniendo una adorable amiga como tú. Egoístamente te voy a echar mucho de menos. Pero sé que es lo mejor que puedes hacer para ser totalmente dichosa. E Ismael es un buen hombre, que ha conseguido un trabajo perfecto en Boston, como adjunto a catedrático, en la Universidad de Historia.

-Es cierto, estamos muy ilusionados. Espero que yo también encuentre allí un buen puesto laboral en un colegio infantil. Tengo primero que estudiar y perfeccionar mi inglés. Hace tiempo que no practico el idioma y aunque vaya a dar clases de español a los alumnos de cuatro años, tendré que comprenderlos.

Nos sonreímos. Siempre hemos estado muy unidas y compartido nuestras ilusiones, preocupaciones y amistad. Nos conocemos desde la guardería donde nuestras madres nos llevaban un ratito para dejarlas trabajar en el Hotel.
Micaela, ha sido también mi vecina cuando vivíamos en la Isla de Tenerife en el Monte de las Mercedes.
Hace poco que mis padres decidieron dejar de faenar en el mar, con su barco de pesca. Ya son muy mayores para manejar las redes y vender el pescado en la lonja del puerto.

Heredaron esta casona en mitad del monte, de la Isla de la Palma, de un tío abuelo al que no conocí nunca. Por lo visto era muy ermitaño y solitario, no deseaba compartir su pequeño paraíso con nadie. Mi madre era su única sobrina y ella jamás imaginó que deseara dejarla su espléndido patrimonio.
Estábamos los tres muy contentos, cada uno con sus nuevas tareas. Estudié gastronomía en una escuela famosa en París. Soy muy aficionada a crear bellas formas, con los postres. He recibido varios premios por mi creatividad, es muy gratificante hacer obras de arte, y deleitar con exquisiteces a los invitados y mis amigos. Mi madre se encarga de la limpieza del Hotelito y mi padre de recibir a los huéspedes que no pueden ser muchos, porque es pequeño. Cuenta con diez habitaciones muy bonitas decoradas con bellas flores naturales y con cortinas y colchas estampadas en bellas tonalidades, mimetizadas con los colores de la isla, desde verdes brillantes, azules oscuros y claros, blancos, violetas…Con unas vistas preciosas de los pinares canarios, hasta la profundidad del Océano.

Es de madera muy bien pulida. Mi padre se encarga del mantenimiento y tiene el hotel muy cuidado, tanto por dentro como los
jardines de flores tropicales, con las fuentes de piedra, representando a Neptuno saliendo de las aguas del mar. Es un paraje de ensueño y soy tremendamente feliz en la cocina, elaborando todo tipo de platos tanto internacionales como isleños.
He preparado un sin fin de papas arrugadas con el mojo picón, el pescado está reciente, mi padre salió esta madrugada a pescar unas hermosas viejas como decimos aquí, al jugoso pez de nuestras aguas. Unos conejos al salmorejo que ya tengo preparados, junto con varias raciones de calamares, bogavantes a la plancha y sepias con ali oli. Y por último, mi gran creación de pastel de chocolate, con un poco de licor de uva y relleno de crema.

-Yayza, estás soñando despierta con el pastel de boda. Es precioso y huele tan bien, que no sé si empezar a comerlo antes de la ceremonia. Lo malo va a ser el vestido de novia, de por sí, me está muy estrecho. No puedo casi ni ponérmelo sin dejar de respirar.
Creo que a ti no te serviría, eres demasiado alta y delgada. Es una suerte, estás todo el día probando lo que cocinas y no engordas nada. Claro no paras de ir en bicicleta a todos los sitios, para hacer tus compras cada mañana.

Sonreímos. -Es cierto, el ejercicio me viene fenomenal. Pero realmente me encanta ir en bicicleta, atravesar el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente hasta Santa Cruz de la Palma. Donde hago las compras a diario. Tengo que aprovechar que se acaba el verano y ahora comienza la temporada más lluviosa y fresca.

-Pero Yayza, si todo el año tenemos un tiempo magnífico. Hay algo de variación en el Cerro de los Muchachos, donde está el observatorio astronómico. Yo sí que pasaré frío en Boston. Acostumbrada a las maravillosas Islas Canarias de las que disfrutamos en cada una, con sus encantos. Y sobre todo mi adorable amiga, no tenerte a mi lado, para compartir todas las aventuras que hemos vivido, a lo largo de nuestros veinte años de amistad.

Nos abrazamos emocionadas, para mí, también iba a ser muy duro. Somos amigas intimas y es muy difícil conservar una amistad durante la infancia y adolescencia. Teníamos otras personas conocidas y amigables, pero no era lo mismo. Sabíamos que podíamos contar la una con la otra, aunque estuviéramos a miles de kilómetros, separadas por todo un Océano.

-No debemos ponernos sentimentales. Ya sabes, como en la película Casablanca, a nosotras “Siempre nos quedará el Hotel”. (Nos reímos y al mismo tiempo nos corrían las lágrimas por el rostro). Micaela, se nos va a estropear el maquillaje, que con tanto esmero, Trini, nos ha arreglado.
Estás guapísima, sube a ponerte el vestido de novia y luego te aviso cuando salga Ismael hacia la Iglesia. Ya sabes que da mala suerte que te vea antes del enlace con tu maravilloso traje de raso.

Me dio un beso.-Esta bien, dejaré que termines de decorar mi pastel de boda y no te entretengas mucho con él, te conozco desde que eras un bebé y siempre te has resistido de apartarte de un buen dulce y más si es chocolate lo que modelas delante.











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